Este modelo, constituye un hito de la reforma educativa y un eje estratégico de la Política de Desarrollo Integral Docente, las EESP tendrán una nueva y mejor organización a partir de componentes pedagógicos y de gestión institucional a fin de que brinden una formación altamente especializada a los futuros docentes y docentes en ejercicio.
El nuevo modelo promueve el desarrollo personal y la identidad profesional de los docentes, así como el desarrollo de competencias para la investigación aplicada e innovación pedagógica así como para las prácticas pedagógicas, orientadas a resolver problemas en contextos reales sobre los aprendizajes formales de los estudiantes.
A diferencia de los institutos pedagógicos, las escuelas ofrecerán programas de formación en servicio, que respondan a las políticas y demandas educativas del país y que estarán dirigidos a docentes, directores y formadores en ejercicio, así como profesionales o técnicos con carreras diferentes a educación, siempre y cuando cuenten con las condiciones básicas de calidad, similares a los del licenciamiento universitario.